lunes, 29 de septiembre de 2008

the same old story...




Es como siempre… como tenía que ser, como sabemos que es pero preferimos no pensar y sorprendernos cuando llega. Preferimos no saber… y tener excusas para llorar. Somos débiles lo sabemos, nos enorgullecemos de ello, cada vez más, con cada gota de sangre que destilamos, estamos dando lástima. Pero el juez es también acusado, es también víctima, es también dios y es también ajeno. Nadie está exento, nadie se salva. Porque está todo dicho, y si es que acaso no lo está, si es que acaso nadie escribió ese libro, entonces estamos domesticados de forma cruel por la naturaleza. Estamos todos malditos por el mismo motivo, no sabemos, no queremos saber, sólo estamos malditos, sólo nos lamentaremos para siempre, sólo cometeremos los mismos errores hasta morirnos y hasta que otro ocupe nuestro lugar necio. Sólo seremos rezos futuros, estaremos en ínfimos recuerdos, en estúpidas admiraciones, seremos absurdos referentes, seremos odiados con razón, nos encontrarán en los satélites, nuestras almas cautivas en ellos, en miles de palabras que escribimos, en miles de absurdas posturas que adoptamos y mostramos al mundo, en miles de depósitos de la verdad, de lo real, en los depósitos como tumbas que nos están hundiendo, como ahora, ésta tumba me está hundiendo, me está desnudando y se está riendo de mi carne… estas palabras me están robando la masa encefálica, la están guardando en las tumbas, mi masa se está hundiendo conmigo y juntas nos limitamos a ser el reflejo consciente de mañana.