viernes, 11 de julio de 2008

Despertares.

Abrí un ojo dolorosamente, me levanté dolorosamente. La porción de cielo que pude ver me hizo sentir mejor, un día gris, un día acorde. Hoy me siento realmente en cero. Todo lo que conseguí hasta hoy, lo perdí. Todo lo que quería tener, lo olvidé.

Fue un despertar del coma después de una enorme patada. Despertar después de haber estado 10 o quizá 12 horas alejada de este lado del mundo, al que regresé con un temor lastimoso. Por suerte la casa está vacía, sólo Sumomo se encarga de recordarme que existe alguien más que yo en este cuarto. Miro alrededor y no encuentro lo que busco.

¿Qué busco? Imposible reconocerlo ahora, sólo noto que no está. Tampoco está en ese mail que leí hoy; esperaba un rechazo atroz y sólo recibí consuelos. Los consuelos que me debilitan, o peor, me hacen sentir débil. Trato de fijar mi búsqueda en otro lado, en otro rostro… Ninguno aparece claro, todos los rostros están borrados en mi mente. Quizá encuentre lo que busco en un vaso de leche. Este vaso de leche que me anima un poco. No entra la inquietud en mi vaso de leche. Puede que sea mejor buscarlo en una nota, una suelta, una desconocida, un llanto.

En mi violín.

2 comentarios:

Lelè dijo...

no me gusta la leche sola
es demasiado blanca y me dan ganas de meterle un saquito de té.


Chau, no estás más te fuiste, pero quiero que vuelvas
eeedsjkhuiwghief

Lelè dijo...

esto murió aquí mi pequeña Lu?

resucitalo!!


un beso niña, hoy por suerte te voy a ver y voy a charlar con Manolo, já!


besotes para vos lindura
y para todos los que me conocen(?)